¡¿Quién me iba a decir que escribiría estas recetas en mi blog?! Mi hobbie eran las recetas dulces pero es que con dos niños en casa hay cientos de recetas que quiero compartir con vosotros, así que una nueva para la sección de recetas de niños! ¡Bueno y las cenas así en cazuelitas individuales nos encantan!
Este bacalao gratinado es una de las recetas preferidas en
casa, los niños lo comen de maravilla así que es un plato al que recurrimos en
numerosas ocasiones tanto para cenas como para comidas, aunque como es
contundente lo cenamos cuando la merienda ha sido ligerita o ha sido tarde de
piscina y toca reponer fuerzas.
Mis pequeñajos comen genial este pescado (bueno cualquier
pescado, pero el bacalao les gusta especialmente), es cierto que los niños son
reticentes a comer pescado, pero igual con esta receta conseguís que se animen.
No os voy a engañar, no es una receta de 15 minutos rápida
para entre semana… Entre freír patatas y preparar bechamel.. Pero una vez
hechas estas dos cosas sólo es montar la cazuelita. Como queda realmente rica y
sabrosa es friendo las patatas, pero podemos ahorrarnos esto haciendo las
patatas previamente en el horno y comprando una bechamel ya hecha, yo no la he
probado pero ahí lo dejo.
En Portugal el plato estrella es todo aquel que lleve
bacalao, dicen que existen 365 maneras de prepararlo para cada día del año. Nos
encanta viajar al país vecino, desde Coruña lo tenemos relativamente cerca y es
genial ir a descubrir nuevos pueblecitos de vez en cuando. Siempre que vamos
probamos un plato nuevo con este maravilloso pescado, pero uno de los más
conocidos probablemente sea el Bacalhau à brás o el Bacalhau com natas.
Pues precisamente basándonos en esta última receta es como
nosotros preparamos nuestro bacalao gratinado que hoy os traigo y es que
cambiamos el órden de los ingredientes, en Portugal el órden es pescado
desmenuzado con cebolla, patatas y bechamel (mucha bechamel en cantidades
industriales) y en nuestro caso empezamos con las patatas y cebolla, el lomo de
bacalao entero y un poco de bechamel para cubrir el pescado…
A nosotros nos gusta más así, aunque somos una familia muy
dada a ir contracorriente ;)
RECETA BACALAO GRATINADO
CON PATATAS (PARA 4 PERSONAS)
Ingredientes:
- 600gr de bacalao desalado, preferiblemente en lomos
- Una cebolla dulce cortada en juliana
- 3 patatas medianas cortadas en rodajas, tipo patata panadera
- AOVE
- Para la bechamel: 500ml de leche, 40gr de mantequilla, 40gr de maicena, una pizca de nuez moscada.
- Sal
Paso a paso:
- Para la bechamel: calentamos la leche en un cazo, simplemente calentarla, que no hierva, y reservamos. En otro cazo a fuego fuerte derretimos la mantequilla, añadimos la maicena y cocinamos esta mezcla sin dejar de remover dos minutos para quitar el sabor a harina. Apartamos el cazo del fuego, agregamos la leche, que estará caliente, la pizca de nuez moscada, la pizca de sal y volvemos a poner al fuego medio sin dejar de remover con las varillas para conseguir una mezcla sedosa y típica de bechamel.
- Precalentamos el horno a 190º
- Freimos las patatas con la cebollita en juliana, salamos ligeramente y repartimos en 4 fuentes
- Marcamos los lomos de bacalao, vuelta y vuelta en la sartén, y los situamos sobre las patatas.
- Añadimos sobre los lomos de bacalao la bechamel y horneamos 15-20 minutos, terminamos gratinando y listo para servir! ¡Cuidado que quema!
Consejos:
- Como os decía al comienzo, para ahorrarnos grasas innecesarias podemos hacer las patatas en el horno, previamente antes de meter la cazuelita con el plato montado. Yo cuando no quiero manchar la cocina así lo hago, pero aquí se dan cuenta todos ¡hasta el apuntador! Pero es cierto que la receta no queda tan tan rica.
- Los niños no son muy amigos de la cebolla, podéis suprimirla, pero la cebolla dulce da un sabor bastante rico e igual la comen sin problemas (con los niños hay que probar!)
- La forma de preparar la bechamel que os he indicado es súper fácil y quedan cero grumos, probad a hacerla así y me contáis!
- Con las patatas empleo el truco de dejarlas en agua una vez cortadas en rodajas para que suelten el almidón y no se peguen entre ellas en la sartén.
¡Hasta la próxima
receta!