Limonada casera

 

¿Existe algo más refrescante que una limonada bien fresquita? Encontrando el equilibrio perfecto entre dulzor y acidez podemos tener una bebida perfecta para estos días tan calurosos.

La limonada es buena para saciar nuestra sed, pero también para nuestro organismo. Ya en el siglo XVII, el limón era considerado digestivo y purificador de la sangre. En el siglo XVIII, antes de que se descubriese el poder de la vitamina C, la flota inglesa en sus travesías viajaba con un cargamento de limones, para evitar que los marineros contrajesen la enfermedad del escorbuto, que se produce por carencia casi total de vitamina C.

Tras probar muchas combinaciones y encontrar varios trucos, he dado con las proporciones para hacer una limonada casera deliciosa, además, si empleamos para enfriarla unos cubitos helados de limonada con hojitas de hierbabuena, el poder refrescante es aún mayor ;)

Receta limonada casera (unos 750 ml, para más cantidad duplicamos cantidades):

Ingredientes:

·         200 gr de azúcar

·         160 ml de zumo de limón (yo usé 4 limones)

·         500 ml de agua

Paso a paso:

1.       Calentamos en un cazo el agua con el azúcar, simplemente para que el azúcar se disuelva,  dejamos enfriar

2.       Añadimos el zumo de limón al agua azucarado y removemos. Vertemos en una jarra de cristal, que tapamos, y dejamos enfriar en la nevera

3.       Cubitos de limonada y hierbabuena: es muy sencillo, llenamos una cubitera con limonada y en cada cubito ponemos una hojita de hierbabuena. En los vasos quedan muy originales.

Trucos y consejos:

·         Los limones debemos conservarlos a temperatura ambiente, de esta forma mantienen su sabor, jamás los guardéis en la nevera porque absorben olores con facilidad.

·         La opción con pulpa o sin pulpa es a gusto del consumidor, a mí me gusta que tenga.

·         Si tenéis la posibilidad de coger los limones del árbol mejor que mejor, sino procuraremos comprar unos limones de calidad, cuanto mejores sean mejor limonada obtendremos.

·         Procuraremos no usar la parte blanca del limón, ya que amarga.

·         La finalidad de calentar el agua con el azúcar es para obtener un agua dulce, si no lo hiciéramos el azúcar caería siempre al final de la jarra o del vaso

·         En cuanto a su conservación, lo mejor es tomarla en las primeras 24 horas, ya que pierde propiedades con mucha rapidez.

¡Espero que os sirvan de ayuda todos estos consejos!

¡Besos a tutiplén!